Durante la prolongada rehabilitación del Museo Nacional de Arqueología de Tarragona, en el llamado Tinglado 4 del puerto de la ciudad se ha montado, a modo de premio de consolación, una exposición temporal de síntesis con lo más destacado del legado romano de la ciudad y su comarca.
Merece la pena. En el diáfano espacio del galpón portuario, muy bien planteado museísticamente, puede uno, al menos, avizorar el esplendor, la vitalidad y la complejidad urbana de Tarraco, que llegó a ser una de las más destacadas ciudades romanas del Mediterráneo occidental, capital de la provincia de Hispania Citerior, que acogió entre sus murallas a los Escipiones, Julio Cesar y Augusto entre otros cónsules y emperadores de Roma.
El museo temporal acoge muchas piezas extraordinarias: esculturas, bustos, mosaicos (como uno que representa un maravilloso rostro de Medusa, convertido en uno de los iconos del museo), objetos cotidianos como juguetes y artículos de aseo, aras votivas, capiteles, etc. Me resulta especialmente evocador un saludo de bienvenida escrito con teselas de mármol en el umbral interior de una domus de Tarraco: "AVE SALVE".
Si en algo es excesivamente sintético este ejercicio de síntesis, es en la atención prestada al sustrato ibérico prerromano. Nada se nos dice de la antigua Kese, más allá de mostrársenos un denario acuñado en su ceca. Es notable, eso sí, la copia del famoso plato hallado en el oppidum ilercavón del Castellet de Banyoles, del que ya hemos hablado, por partida doble, en este blog.
Termino con una recomendación. A un paso del Tinglado nº4 le espera al visitante el antiguo barrio marinero de El Serrallo, con sus insuperables restaurantes de arroces y pescado. No hay mejor colofón para la visita.
He flipado con la marioneta. Pero más que nada con los pies del romano en caligæ. Las sandalias de ve que son reproducción pero esos pies... Qué verosimilitud... 😂😂. Ahora en serio, te estás convirtiendo en un referente Ibero de primer orden... 🙇
ResponderEliminar¡Jajaja! Ya sabía yo que ese detalle de atrezzo no te pasaría inadvertido...
EliminarMe encantan las togas (o como se llamen).
ResponderEliminar¡Y a mí, tenían que volver a ponerse de moda...!
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