viernes, 28 de mayo de 2021

EL ENTIERRO DEL PRÍNCIPE (Galería de imágenes de la TRILOGÍA DE ANÍBAL XXII)

 


Hay escenas en mis novelas que me produjeron una honda emoción al escribirlas, y descubro que se renueva cada vez que las leo. Creo que mi mayor ilusión es que los lectores compartan esa emoción, como en ese tipo de resonancia que la física llama, con un hermoso término, "por simpatía". 

Ahora cuento, además de con las palabras, con las magníficas ilustraciones de Sandra Delgado para conseguirlo. Y un inmejorable ejemplo de ello es la recreación del entierro del príncipe que hoy os presentamos. Que hay celtíberos de por medio lo deduciréis por la indumentaria, las armas y esos característicos cuernos de cerámica. No diré nada más para que no se me acuse de revelar ningún secreto; las claves de la escena están en las páginas de La cólera de Aníbal. Sirva para abrir el apetito un párrafo cuidadosamente velado:

Partiendo del santuario de Sucellos, situado en el punto más elevado de la ciudad, la comitiva fúnebre emprendió su marcha. La encabezaban los ocho guerreros de mayor rango y mérito, que soportaban sobre sus hombros un lecho en que se mostraba tendido el cuerpo, con el rostro cubierto por una máscara de lobo para poder encontrar a través de sus ojos el camino a las moradas del dios. Después marchaban los sacerdotes produciendo un coro de gemidos plañideros con sus tubas de barro cocido, y las servidoras de Epona sosteniendo en sus manos pebeteros en los que humeaban granos de incienso. Seguían, montados a caballo, los restantes miembros del Consejo junto a representantes de las ciudades tributarias y amigas.

Si quieres conocer los libros de la Trilogía de Aníbal:

El heredero de Tartessos

El cáliz de Melqart

La cólera de Aníbal

Y no olvidéis que las ilustraciones de Sandra pueden obtenerse en impresiones artísticas de gran calidad en:

Ilustraciones de Sandra Delgado



sábado, 22 de mayo de 2021

¡COMIENZAN LAS PRESENTACIONES DE LIBROS EN "EL PERISCOPIO"!

 


¡Por fin! ¡Después de tantos meses de preparación, espera e incertidumbre, ayer comenzaron las presentaciones de libros en "El Periscopio" de Ediciones Evohé! Y lo hicieron con dos títulos extraordinarios: "Una acacia en el corazón", la segunda pieza del "Mundo Puzzle" viajero de Jaime Alejandre, y con el Simón Arriaga más íntimo y conmovedor en "A veces sucede", un nuevo título de la Colección Intravagantes. 

Fue una delicia tenerlos en nuestro local, con un puñado de amigos, celebrando el regalo de poder vernos de nuevo, para compartir palabras y, aunque sin perder la cautela, también abrazos. Creo que hasta ayer no fuimos del todo conscientes de cuánto nos habíamos echado de menos, como si durante estos meses terribles no hubieran dejado de protegernos resortes desconocidos del alma.

Esperemos que sea tan solo el principio de un tiempo de esperanza y sanación; sin olvidar nunca el duelo por los que se quedaron en el camino, ni la admiración por quienes no dejaron de cuidarnos. 











jueves, 13 de mayo de 2021

LOS FENICIOS DEL PÁJARO AZUL (Tras las huellas de Aníbal XXV)

 


La extraordinaria historia de cómo ha salido a la luz el antiguo puerto militar fenicio-púnico de Gadir

"Cuando el Ayuntamiento de Cádiz sacó a concurso la concesión de la antigua taberna del Pájaro Azul -me explica Germán Garbarino mientras abre la puerta del número 37 de la calle San Juan, uno de los ejes del antiguo barrio marinero de la ciudad- se nos ocurrió que era una buena ocasión para diversificar y continuar la tradición familiar. Fue el primo de mi abuelo quien abrió la taberna del Pájaro Azul original en 1958 y siempre nos pareció una pena que se perdiera un local por el que pasaron todos los grandes del flamenco".

Hemos venido caminando desde la cercana tienda de Herakles Reproducciones Arqueológicas, atravesando la plaza de la catedral, y mis anfitriones, Germán y Pedro, no dejan de señalarme el trazado que un día lejano siguieron bajo la superficie las estructuras portuarias fenicias y romanas y el canal Bahía-Caleta, sobre cuya antigua ribera sur corre ahora la calle San Juan. Sus palabras y gestos reconstruyen cómo debió ser el semblante de una ciudad que no deja de amontonar estratos y sedimentos de historia sobre su pasado.

Sus explicaciones continúan en el interior del local con el relato de la vicisitudes sufridas ante el requerimiento municipal de instalar un ascensor para bajar al sótano cumpliendo con los criterios de accesibilidad. "No nos quedó más remedio -dice Germán- que comprar la casa de al lado para poder abrir el hueco sin dañar las bóvedas del siglo XVI del sótano. Y entonces fue cuando nos tocó el premio gordo. Mejor míralo tú mismo".

Bajamos por una angosta escalera y abajo nos recibe una vista asombrosa: al pie de la escalera hay un segmento de muro formado por grandes sillares de piedra ostionera y, más allá, una sucesión de arcos, corredores y espacios abovedados que forman una suerte de catacumbas, un mundo secreto inimaginable desde la superficie. "Estamos donde estuvo el puerto y el astillero militar fenicio del siglo III a. C. -explica Pedro-. Todos estos sillares conformaban el cantil del puerto. Es la época de la Segunda Guerra Púnica. De hecho, Cádiz jugó un papel fundamental en esa guerra, por su decisión de entregarse sin luchar a los romanos".

Germán me conduce por el lugar combinando la arqueología con la memoria flamenca. "¿Has visto la famosa foto de Camarón cantando de niño? Pues fue ahí mismo, detrás de la columna. Pero lo más asombroso de todo es que, a pesar de los añadidos posteriores, con todos estos arcos y bóvedas de los siglos XVI y XVII, la forma excavada en la roca perpendicularmente al cantil tiene las medidas exactas de una pentecóntera fenicio-púnica. Esto fue un astillero, no hay otro igual en el mundo fenicio".

Es imposible no dejarse contagiar por su entusiasmo. El que un lugar como este haya ido a caer en manos de un equipo como el de Herakles/Gadium Mercator, con el gen arqueológico incorporado, es algo así como un milagro. Tal vez estemos ante la impronta subterránea de los astilleros donde se armaron algunas de las naves que libraron la gran guerra marítima de la Antigüedad. Los expertos académicos que han visitado el lugar lo consideran una hipótesis plausible. Y en la atmósfera desprendida de la realidad del Pájaro Azul es casi obligado sentirse inclinado a creerlo.

Germán y Pedro me señalan, en los lienzos de muros que ciegan los arcos renacentistas, puertas adivinadas que acaso oculten espacios aún por excavar bajo los edificios vecinos. De pronto todo este sector subterráneo de la ciudad se insinúa como un vasto criptopórtico donde el horizonte fenicio y púnico del palimpsesto gaditano espera a ser revelado. Y lo hace bajo el barrio canalla de la marinería de este puerto abierto a todos los mares, territorio antaño de burdeles y contrabando.

Dentro de unos meses en este lugar se harán visitas arqueológicas durante el día y se cantará flamenco al caer la noche. Yo espero poder venir con Ángela a brindar con Pedro y Germán por las ciudades que, como su Cádiz, tienen un futuro más feliz cuanto mayor respeto muestran por su pasado.
















sábado, 8 de mayo de 2021

LOS REGALOS DE HERAKLES (Tras las huellas de Aníbal XXIV)


Obligado a acudir al GP de Jerez el primer fin de semana de mayo, extender el viaje a Cádiz fue un regalo inesperado. Y la primera etapa de mi visita fue, por fin, la tienda de Herakles Reproducciones Arqueológicas, todo un referente en la materia: no hay otro lugar como este donde la recreación de la belleza de los objetos antiguos haya alcanzado un nivel tan sobresaliente.

En el impecable local de la calle Pelota, casi a la sombra de la catedral, conocí a Germán y Pedro, Pedro y Germán, que tanto montan ambos en este proyecto de tan largo recorrido. Me recibieron con la misma amabilidad entusiasta que demostraron desde que los contacté en Facebook en vísperas del viaje. Hablando, ambos demostraban esa complementariedad en la conversación de quienes llevan muchos años dándose mutuamente la alternativa: Germán pone la elocuencia y Pedro la ponderación. El resultado es un relato a dos voces apasionado y apasionante.

La tienda ocupa lo que en 1880 abrió sus puertas como mercería, y ofrece al visitante una sucesión de vitrinas con todo tipo de objetos fenicios, romanos y medievales: joyas, mosaicos, ánforas, incensarios, instrumentos quirúrgicos, estatuillas, exvotos... El amor que transpira todo lo que se expone hace que el visitante se sienta casi conmovido. El conjunto resulta admirable.  

Además, el equipo de Herakles lleva dos décadas poniendo su esfuerzo para que esta maravillosa ciudad de Cádiz siga desvelando sus secretos. Y no es una ciudad cualquiera: es la decana de las ciudades de España, la más longeva; una ciudad que ha sabido darse continuidad a sí misma, envuelta por el mismo mar y bendecida por el mismo sol, mientras el paisaje y las civilizaciones daban trompicones en su derredor.

El último proyecto de Pedro y Germán es especialmente cautivador. Cuando el ayuntamiento de Cádiz sacó a concurso la recuperación de la legendaria taberna de la Cueva del Pájaro Azul, un mito de los templos del flamenco, nadie podía imaginar que aquel vetusto edificio de la calle San Juan tenía enigmas por descubrir. Pero cuando Germán y Pedro resultaron adjudicatarios, y tras muchas vicisitudes se hundió la piqueta en el suelo de la casa contigua para cumplir la exigencia municipal de incorporar al local un ascensor, un viejo secreto comenzó a desvelarse. 

No tardaremos en reanudar el relato.