lunes, 12 de diciembre de 2016

DOMUS ÁUREA: El sueño enterrado de Nerón




Paseamos con nuestros cascos amarillos, siguiendo los pasos y las explicaciones de la guía, Valeria, por los corredores de la Domus Áurea, la mansión enterrada de Nerón. El sentido práctico de Trajano la desnudó un día del oro y el mármol que la cubrían por entero, y arrancó todo lo que consideró valioso, incluso las tuberías de plomo del ninfeo de Ulises y Polifemo en el que ahora prestamos atención al silencio, sobrecogidos. Después colmó las habitaciones de tierra prensada para servirle de cimiento a las termas que quería regalarle al pueblo de Roma, a la ciudad y a su propia memoria. Tan solo quedaron en su lugar las grandes estancias misteriosas, las pinturas sutiles y esa maravillosa sala octogonal que parece entrañar áureas proporciones de belleza que no conseguimos terminar de aprehender. Tal vez hayan sido ya olvidadas, como los sueños de Nerón.










1 comentario:

  1. preciosa entrada... amigos. Andábamos nosotros por la Ciudad de las cien torres, Bolonia, otro lugar de ensueño... salud...

    ResponderEliminar