Reducida pero muy interesante la exposición temporal del MAN sobre las cabezas cortadas como símbolos de poder. Presenta referentes antiguos y modernos -incluyendo un vídeo lleno de humor sobre "El cine que hace perder la cabeza"- acerca del valor mágico y simbólico de las cabezas de los enemigos. Se centra en los rituales galos e íberos, en particular en los de los yacimientos arqueológicos catalanes de Ullastret y Puig Castellar, entre otros de los pueblos indeketes y lacetanos. En ellos han aparecido docenas de cráneos que un día estuvieron clavados en los dinteles de los edificios con largos clavos de hierro. Los restos expuestos son impresionantes, sobre todo porque uno no puede dejar de recordar que pertenecen a hombres que un día miraron el mundo con pensamientos y emociones muy cercanos a los que nos suscitan hoy. Hace algunos años visité Ullastret y escribí sobre ello, así que a aquel texto me remito:
Baste solo añadir que la actual exposición del MAN es notable también por los vídeos, como el espléndido paseo en 3D por el Ullastret íbero o ese otro con los testimonios que los autores clásicos nos dejaron sobre estas prácticas entre los galos, quienes creían que el cráneo albergaba el alma del individuo y, con ella, su poder mágico. También por la información sobre las técnicas bioarqueológicas que nos hacen recuperar el rostro de aquellos hombres que fueron convertidos en trofeos. Y, quizá sobre todo, por la ejemplar colaboración entre el MAN y el Museu d'Arqueologia de Catalunya. Como tantas otras veces, la ciencia y la cultura nos señalan el camino.
La exposición puede visitarse hasta el 1 de septiembre próximo.
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