miércoles, 27 de septiembre de 2017

EDICIONES EVOHÉ colabora con el proyecto arqueológico PRIMITIVA COMPLUTUM


Ediciones Evohé se ha sumado al grupo de patrocinadores del proyecto arqueológico Primitiva Complutum, dirigido por Sandra Azcárraga, Arturo Ruiz Taboada, Gonzalo Ruiz Zapatero y Enrique Baquedano, que recienemente ha completado su primera campaña de excavación en el cerro de San Juan del Viso, próximo a Alcalá de Henares. Se trata ni más ni menos que de conocer la Complutum originaria, fundada en época republicana.

Tal y como se lee en la página web del proyecto:

La Comunidad de Madrid esconde uno de los secretos mejor guardados bajo un campo de cereal. Se trata de la originaria Complutum, la primera ciudad romana de la región, con un urbanismo plenamente desarrollado, inimaginable hasta la fecha. Se fundó en torno a los convulsos momentos finales de la República, en una ubicación defensiva en lo alto de un cerro, el de San Juan del Viso en el término municipal de Villalbilla. Esta “primera Complutum” será trasladada hacia mediados del siglo I d. C. (momento de paz y de consolidación de las importantes vías de comunicación que atravesaban la región) desde su originario emplazamiento en altura en la margen izquierda del Henares, a la derecha en la vega, donde hoy es visitable.
Pero el imponente Cerro de San Juan del Viso esconde más secretos. En sus casi 70 hectáreas de superficie puede rastrearse la evolución del poblamiento desde finales de la Edad del Bronce. Nuestras investigaciones han permitido localizar dos áreas de frecuentación del Bronce Final, un asentamiento carpetano de unas 6 hectáreas y un pequeño campamento romano justo en frente, que daría origen a la gran ciudad de al menos 30 hectáreas.
Los trabajos en los que se han basado estas investigaciones, en el contexto de la  realización de la Tesis doctoral de Sandra Azcárraga Cámara (publicada en 2015), fueron principalmente prospecciones arqueológicas y el estudio de la fotografía aérea. Esta web nace del interés por continuar con una investigación clave para el conocimiento de la romanización en el interior peninsular, en un yacimiento privilegiado para conseguirlo. En este sentido ponemos en marcha un Proyecto en el que queremos dar el siguiente y primordial paso: la excavación.
Dentro del programa de divulgación, el equipo del proyecto lleva a cabo visitas guiadas como la que dirigió Sandra Azcárraga el pasado 16 de septiembre, a la que tuve la suerte de asistir. El proyecto es apasionante y se financia a través de microdonaciones y pequeños patrocinios. Gracias a ello y, sobre todo, al esfuerzo de Sandra, los restantes miembros del equipo y los estudiantes de Arqueología que han trabajado como voluntarios en la excavación, Primitiva Complutum es ya una realidad. Esperemos que puedan seguir adelante en próximas campañas. Si quieres apoyar al proyecto:

Cómo colaborar en PRIMITIVA COMPLUTUM






martes, 5 de septiembre de 2017

GERIÓN Y ARGANTIO LLEGAN A CIRMO (Galería de imágenes TRILOGÍA DE ANÍBAL VII)


La historia de El heredero de Tartessos acaba de comenzar. Gerión rescata a un desconocido, herido en un combate con jinetes cartagineses, y lo lleva a su poblado, Cirmo, en el corazón de los montes Ólcades. Como dice la sinopsis del libro, "esa decisión lo conducirá a conocer aspectos insospechados de su propio pasado y a jugar un papel protagonista en los trascendentales acontecimientos que están a punto de cambiar el destino de Ispania".

Sandra Delgado ilustra la escena plasmando de un modo muy evocador el texto de la novela:

            Al atardecer del día siguiente rebasaron un collado del bosque, y ante ellos se abrió la llanura extendiéndose hasta el horizonte, donde una sierra cárdena se difuminaba envuelta en resplandores dorados; un río serpenteaba entre estrechos bosquetes de álamos, olmos y mimbreras, campos verdeantes de cereal y dehesas de encinas. A un tiro de arco se alzaba de la planicie un promontorio de roca caliza cuya cima ocupaba un castro amurallado recorrido por una estrecha calle central con un centenar de casas de piedra amontonadas a ambos lados. Un sendero conducía desde el camino principal a la puerta en la muralla que servía de entrada al pueblo, orientada a levante; en el extremo opuesto se alzaba un torreón sólidamente construido con grandes bloques de piedra. Pequeños grupos de hombres y mujeres volvían hacia la aldea conduciendo rebaños de ovejas o con aperos de labranza echados sobre el hombro; arriba, en la calle, se advertía la agitación del final del día y columnas de humo comenzaban a elevarse entre los techos de retama de las chozas.
              Habían llegado a Cirmo.

Si quieres más información sobre las dos primeras novelas de La trilogía de Aníbal: