viernes, 20 de febrero de 2015

EL CÁLIZ DE MELQART en los VI PREMIOS HISLIBRIS DE LITERATURA HISTÓRICA


Ya está aquí, un año más, todo un clásico de la Literatura Histórica en España: la convocatoria de los premios anuales de Hislibris, que alcanzan su VI Edición. Tenéis toda la información en:


Y gracias a la publicación en 2014 de El cáliz de Melqart (Ediciones Evohé), en esta ocasión se me cumple la antigua ilusión de participar. La novela compite en tres categorías: MEJOR NOVELA HISTÓRICA 2014, MEJOR AUTOR ESPAÑOL 2014, y MEJOR PORTADA HISTÓRICA 2014 (Sandra Delgado).

De modo que, a quien le apetezca y cumpla el requisito de estar inscrito en el Foro Hislibris con anterioridad a la publicación de las bases, pues a votar se ha dicho. El plazo acaba el 26 de febrero.

Mi felicitación a todos los compañeros que compiten y a todas las editoriales que siguen apostando por el género en estos tiempos difíciles para la industria cultural. Y un abrazo muy especial para Javi Baonza, de Ediciones Evohé, mi editor, y para Sandra Delgado, esa gigantesca ilustradora que le ha brindado su arte a la portada y a los mapas interiores de la novela.




martes, 17 de febrero de 2015

De españoles, aztecas y romanos (El itinerario de Hernán Cortés)

 

Imagino que somos muchos los españoles, y también los hispanoamericanos, que arrastramos un sentimiento contradictorio en relación a la conquista y colonización de la América española, traídos y llevados entre exaltaciones imperiales y leyendas negras, respecto a las que nunca ha sido fácil encontrar el justo término medio de la perspectiva y la ecuanimidad. 

Por eso acudimos con cierta expectación a visitar El itinerario de Cortés en la sala de exposiciones del Canal de Isabel II en plaza de Castilla. Y en general no salimos defraudados. El hecho de que se trate de un esfuerzo conjunto de instituciones españolas y mexicanas hace patente desde el inicio de la muestra un claro intento por evitar visiones unilaterales.

La Historia se presenta en la exposición como una sucesión de colonizaciones, como un palimpsesto donde cada capa del relato se construye sobre las anteriores. Así Medellín, lugar de nacimiento de Cortés a orillas del Guadiana, es en realidad el crisol de sucesivas colonizaciones: celta, tartesia, fenicia, romana, visigoda, árabe, cristiana. Esto disuelve el carácter singular de la colonización española de América, convirtiéndola en una etapa más de la larga secuencia de conquistas y mestizajes que configuran la Historia. Todos los colonizadores han sido previamente colonizados. En el caso de España, muchas veces.

Un detalle interesante: Cortés fue un hombre del Renacimiento que se debatió entre la educación humanista en Salamanca y su amor por la aventura. Entre otras cosas, de la primera se llevó a la segunda la fascinación por Alejandro Magno y Julio César.

Merecen una mención algunos documentos procedentes de archivos históricos, como la concesión de la Orden de Santiago y del privilegio de caballería a Martín Cortés, padre de Hernán. Me fascina el poder de los archivos de convertir a los personajes legendarios de la Historia en seres sujetos a los procedimientos administrativos y, por tanto, de carne y hueso. Unos pliegos de papel amarillento contribuyen más a la veracidad del personaje que todo el resto de la exposición. En ese sentido el mejor testimonio es, sin duda, la carta de deuda de Cortés a Luis Fernández de Alfaro, maestre de la nao San Juan Bautista, de once pesos de oro por el pasaje, en 1504, de Sanlúcar de Barrameda a Santo Domingo. ¡El Archivo Histórico Provincia de Sevilla conserva el protocolo notarial original del pasaje de Cortés a América! Increíble. Desde luego, entre otras cosas que nos quedaron de Roma está la obsesión por la ley de alto o bajo vuelo y los los legajos administrativos.

La exposición nos lleva a continuación al mundo azteca, con aquel prodigio de la antigüedad que fue la ciudad de Tenochtitlán. Las esculturas y los altares dan fe de la vinculación de aquel pueblo con el mundo natural de animales, plantas y fenómenos celestes de las civilizaciones politeístas. Las estatuas de Quetzalcóalt y Chalchiuhtlique tienen un sorprendente aire de familia con las damas oferentes ibéricas del Cerro de los Santos.

Contemplo una espada azteca hecha con una paleta de madera con lascas de obsidiana insertadas en sus cantos, y más que un arma parece un artefacto destinado a algún juego de pelota. No puedo dejar de pensar en lo distinto que hubiera sido todo si la América precolombina hubiera contado con la rueda, el caballo, el acero y la pólvora. Estos cuatro elementos juntos han escrito la sentencia de la Historia. 

Llegando al final un panel muestra, al hilo de la reconstrucción de México-Tenochtitlán, cómo las colonias españolas se inspiraron en los principios de las fundaciones romanas. El texto resume: "La colonización española, claramente diferenciable del colonialismo mercantilista, más parecido a la colonización romana". Vaya, qué interesante, nunca lo había pensado en esos términos.












viernes, 13 de febrero de 2015

ÍÑIGO PEREYRA reseña "EL CÁLIZ DE MELQART"


Íñigo Pereyra, amigo hislibreño y bloguero infatigable, ha tenido la amabilidad de reseñar recientemente El cáliz de Melqart. Reproduzco aquí su reseña y aprovecho para invitaros a cruzar su Puente lejano, lleno de buenas referencias sobre cine, cómic y literatura. ¡Gracias, Íñigo!

"El cáliz de Melqart" en UN PUENTE LEJANO

"El Cáliz de Melqart" es la segunda novela escrita por Arturo Gonzalo Aizpiri. Está editada por Ediciones Evohé, y nos traslada, como hizo en su primer trabajo, a la Península Ibérica del siglo III a.C. La trama continúa la historia relatada en su anterior novela, en la que los pueblos Oretanos y Olcades, se unen para resistir las embestidas de los cartagineses. Por supuesto el recuerdo de los orígenes del reino de los Tartessos, vuelve a ser hilo conductor en el devenir de los sucesos de la novela que hoy reseño.

La ciudad de Hélike, donde viven, el rey Orisson, su hija Anglea y su marido Gerión, entre otros, disfruta de una tensa paz, atenta a los avances de los cartaginenses y a la lejana, pero vigilante mirada de Roma. Mientras los pueblos íberos y celtíberos, intentan mantener su independencia, Asdrúbal, heredero de Amílcar y cuñado de Aníbal, pretende lograr la unión de estos a su alrededor, para buscar instaurar en la península, no solo una próspera y sólida colonia cartaginesa, sino incluso la legitimidad para ser el líder de todo el territorio. Para ello, escarba en el pasado mitológico del reino de Tartessos al llegarle las noticias de que en algún lugar del lejano norte, un pueblo conserva el Cáliz de Melkart, reliquia perdida de un reino olvidado. Mientras su influencia crece a expensas de los íberos y otros pueblos, la lucha de poder en su nueva ciudad, Qart Hadasht, le rodea de intereses personalistas, espías al servicio de Roma y un juego de estrategias, que difícilmente puede equilibrar, para hacer realidad sus sueños en esta tierra de oportunidades. Un viaje al pasado y la carrera por hacerse con el famoso Cáliz, protagonizan esta novela de 460 páginas, en la que el lector, no solo disfrutará con las aventuras de los diferentes personajes, sino que además podrá excarvar en el pasado lejano de aquellos pueblos que luchaban por su independencia frente al espíritu colonialista de cartagineses y a la vigilancia exhaustiva de una no tan lejana Roma.

Conozco a Arturo desde hace años. Primero, nos une la pasión por la historia, y gracias al portal Hislibris y a su blog, tuvimos la oportunidad de intercambiar comentarios y opiniones . La reunión de los Premios Hislibris del año 2014 en Alcalá de Henares, fue la ocasión para conocernos personalmente. Precisamente en aquel acto, se produjo la presentación de la novela que hoy reseño. Ya había leído su anterior trabajo, "El Heredero de Tartessos" dejándome una honda impresión, no solo por el pulso narrativo que Arturo conseguía aportar a un libro lleno de aventuras, en las que un joven ólcade, se adentra en la realidad de las guerras internas entre cartagineses y oretanos, siempre con el reflejo de los antiguos tartessos. Sino que, además, Arturo aportaba erudición, estudio y profundo conocimiento de un periodo, desgraciadamente no demasiado conocido. No me refiero al entorno de Cartago en la península, sino a las reacciones de los pueblos originarios frente a su llegada y asentamiento.

Más de uno, deseamos en su momento que Arturo continuara la historia de Gerión y compañía, comenzada con su primera novela. "El Cáliz de Melqart" es la segunda novela, de algo que quizás se convierta en trilogía, o quién sabe, en una saga. Porque cimientos tiene de sobra. Arturo, ha conseguido afianzar su relato, aunándo varios fundamentos, afianzados en este libro. Por un lado, la capacidad de crear un argumento interesante, con cierto nivel de suspense y aventuras, que se agradece. Tiene agilidad y goza de una redacción entretenida y sólida. Pero es que además, cuenta una trama, con un basamento importante de Historia basado en el estudio de la época. Si bien sus aventuras tienen licencias aportadas por el autor, el escritor es capaz de hacernos viajar a la protohistoria de la península ibérica, relatando con seguridad un fondo real de la situación de aquellos siglos, bien fundamentado historiográficamente. Las libertades tomadas son el hilo natural que toma una novela, como tal. Y sin embargo, Arturo consigue equilibrar muy logradamente, lo que creo debe tener una novela histórica. Invención y base histórica. Además los personajes, tanto históricos como inventados, no resultan planos, son sólidos. Sus personalidades están adecuadamente descritas y desarrolladas a lo largo del libro. Algunos personajes resultan más complejos que otros. Pero ninguno está especialmente esteriotipado, como suele verse a menudo en la novela histórica actual. Quizás el handicap más destacable de su novela, sea la aparición de personajes secundarios con los que juega el autor. En algunos momentos, resulta complicado seguir las peripecias de estos, sin olvidar algunos nombres. La editorial lo solventa añadiendo una galería de personajes, al final del libro, especialmente necesaria. Por último agradecer, algo que muchos sugerimos tras la lectura de su primer libro. Los mapas y planos incluidos en el libro, ayudan mucho a un completo seguimiento de la historia.

Solo queda esperar un nuevo trabajo de este ya veterano y curtido contador de historias, al que no deseo otra cosa que éxito y ventas, porque realmente madurez de escritor ya la tiene, así como pasión por la Historia... y se nota.