viernes, 17 de septiembre de 2021

LOS LOCOS AÑOS VEINTE en el GUGGENHEIM de BILBAO

 


La exposición de "Los locos años veinte" en el Guggenheim de Bilbao es de las que hacen pensar. ¿Es cierto, como dicen, que aquellos años tienen muchos paralelismos con estos años veinte que ahora vivimos un siglo después? Yo no lo creo. Aquel fue un paréntesis de innovación y creatividad entre una guerra pavorosa, la Gran Guerra, y una crisis económica, la del crack del 29, que pavimentó el camino hacia otra guerra aún peor. Lo nuestro es algo traumático y sin precedentes, pero no puede rivalizar, por fortuna, con aquel horror.

Nada tiene que ver, tampoco, el papel del arte y el pensamiento para ayudar a transitar cada uno de estos momentos. Aquel arte deploraba el mundo que dejaba atrás, y se propuso cambiar la manera de mirar y de sentir. Lo hizo con una explosión de inconformismo, de experimentación, de indagación, de trasgresión. También se propuso, en palabras del movimiento Bauhaus, construir una sociedad mejor y más democrática, partiendo de la educación y la cultura. En los años 20 del siglo XX, el arte expresó la determinación de volver a empezar, de proporcionar un lenguaje y un relato a la transformación de la sociedad y del espíritu humano. El arte obraba la redención.

Lo de hoy es otra cosa. Más democrático y menos elitista, es verdad. Pero también más somero, más fungible, más efímero. El hoy se construye en gran medida con microproductos de cultura popular instantánea cuya aspiración es la viralidad.

Sin embargo, a pesar de sus buenos propósitos, los locos años 20 llevaron a los dementes años 30. Si el arte de aquellos días entraña alguna lección, alguna advertencia, no podemos pasarla por alto. Vayamos al Guggenheim, prestemos atención, y pensemos.














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