lunes, 13 de abril de 2015

BAELO CLAUDIA según SERGIO ÁLVAREZ


Espléndida lectura de poemas de Sergio Álvarez el pasado viernes en el Café Libertad 8, durante la presentación de su primer poemario, Las islas del río, publicado por Ediciones Evohé. Fue, como habíamos anticipado, una tarde para recordar, de la que todos salimos con una sonrisa de emoción negándose a borrársenos de los labios. ¡Enhorabuena, Sergio, y también a Marta por lo mucho que el libro tiene de ella!

Sergio ha tenido la generosidad de dedicarme un hermoso poema, iluminado por evocaciones clásicas y por el ritmo de los días y las noches junto al mar, a cielo abierto. Me tomo la libertad de reproducirlo, como testimonio de admiración y gratitud hacia su autor.


PAISAJE (BAELO CLAUDIA) - SERGIO ÁLVAREZ
Para Arturo Gonzalo Aizpiri, con gratitud, cerca de las columnas de Melqart


“..la inmovilidad de hechizo risueño

de un hermoso día en el Mediterráneo

a veces sin aliento, pero jamás sin vida”

Joseph Conrad.


Del fuego de los Dioses queda el humo:

las nubes,

y en tierra sólo crece la humildad.

El aire tiene un sueño de ceniza

y el verde es un pedazo de cristal.

Los hombres fueron sabios, pero ancianos.

El tiempo se ha dormido en la corteza.

Arder es comenzar la nueva vida.

Morir es respirar la dulce arena.

El fruto, en el arbusto, es una herida,

La vida es solo un corto dormitar.

Las piedras son rescoldos del pasado

que nunca lograremos descifrar

La luz que vas buscando con tu sombra

se escapa dispersada en mil abejas

que vuelven a enjambrarse cada noche

en velas que aún resisten, en hogueras.

Y el aire huele a espliego y a resina.

Qué importa si marcharse o regresar.

De toda la belleza que hubo aquí

mi voz tan solo expresa los recuerdos

El sol como un bostezo, los pinares,

el pulso de la vida en la enramada.

Contemplo este paisaje y no estoy solo.

El viento de la playa me despierta

y el mar levanta el cuello para ver:

las olas.

2 comentarios:

  1. Querido Arturo, muchas gracias a ti, por tu magnífica presentación que nunca olvidaré y a todo el equipo de Evohé. El poema solamente retrata ese mundo mítico ya perdido, y que sin embargo sigue presente en nosotros y en nuestros paisajes, que tan bien evocan tus novelas. Con un fuerte abrazo y profundo agradecimiento.

    Sergio

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  2. Un gran abrazo, Sergio, seguimos en contacto.

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