lunes, 5 de junio de 2017

SCHULTEN Y EL DESCUBRIMIENTO DE NUMANCIA en el Museo Arqueológico Regional de la Comunidad de Madrid


El Museo Arqueológico Regional de la Comunidad de Madrid, situado en Alcalá de Henares y dirigido por Enrique Baquedano, nos tiene ya acostumbrados a magníficas exposiciones temporales que abordan con enfoques innovadores los temas arqueológicos. Es el caso de la actual exposición sobre Numancia (puede visitarse hasta el 9 de julio) que toma como elemento central las excavaciones de Adolf Schulten, que popularizaron el yacimiento y la épica historia de la ciudad en Europa a partir de 1905.

La exposición muestra materiales originales del arqueólogo alemán, como cuadernos de campo y planos de las excavaciones, así como también de la controversia que en una España aún herida en su orgullo por el desastre de 1898 produjo el que fueran investigadores extranjeros los que sacaran a la luz (y en muchos casos sacaran del país) los testimonios de lo que se tomaba como un símbolo nacional. Son significativos los periódicos de la época, con nombres tan sonoros como El avisador numantino. Y es verdad que uno acaba por no saber si tomar a Schulten por científico, visionario o expoliador, o de todo un poco.

La exposición tiene otros atractivos, como piezas recuperadas en los campamentos romanos de Escipión o en la necrópolis de la ciudad (ahí están las famosas fíbulas de caballos y una singular navaja plegable) y grandilocuentes textos laudatorios de autores romanos (que ensalzando a los celtíberos se ensalzaban a sí mismos) y modernos. Valga como ejemplo el texto de Floro: ¡Loor a esta ciudad esforzada y dichosa [...] que fue capaz de resistir durante tanto tiempo con sus solas fuerzas a la nación que disponía de todas las del universo!

Al final se muestran algunos ejemplos del enorme impacto que Numancia tuvo en escritores como Cervantes y Lorca y en el imaginario colectivo español. Después, como casi todos los grandes hechos históricos en España, la resistencia y caída de Numancia ha quedado envuelta en una reticente sombra de desapego, como si no fuera sino una de esas gestas bárbaras o fanáticas que durante mucho tiempo reinvidicó el nacionalismo más rancio. Es cierto que seguramente los españoles de hoy tenemos más que ver con Escipión Emiliano que con Retógenes, pero eso no nos debería hacer pasar por alto que fue en nuestro suelo donde tuvo lugar uno de los más resonantes y sobrecogedores episodios del mundo antiguo. Al menos debemos conocerlo, y el MAR nos ayuda a hacerlo

















1 comentario:

  1. Servidora vuelve a verla esta semana. ¡Gracias por la reseña Arturo!

    PS: Un lujo de museo

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