sábado, 23 de octubre de 2010

Emerge "El Periscopio"


Hace poco más de dos años, en un jardín de la calle Poniente de Madrid, un grupo de amigos decidimos acometer por fin un proyecto que llevaba latiendo entre nosotros desde mucho tiempo atrás. Se trataba de hacer libros juntos. Ya lo habíamos imaginado en tertulias casi adolescentes en un ático de la calle Covarrubias, y mucho después en aquellos dos años intensos y canallas que compartimos en una casa de entrañas de granito y aire transparente a los pies de La Maliciosa. Regalarnos mutuamente palabras, hacer de la literatura un cauce por el que discurrir juntos, construir libros colectivos.

Ese sueño surgió de nuevo aquella noche, y traía ya un nombre: El Periscopio. Poco a poco, en encuentros dominicales o en comidas apresuradas encajadas en la densidad de los días laborables, fuimos entendiendo lo que realmente queríamos hacer:

Queremos conocer el discurrir de los tiempos, entender las dudas, las ambigüedades, los claroscuros. Y hacerlo utilizando la lente de los libros de viaje. Porque un viajero es un testigo del mundo que no pretende contar más que su propia vivencia, directa e individual, lo que ven sus ojos. Aunque en la trastienda de esos mismos ojos aún se agiten siempre los ideales, los prejuicios, las convicciones del viajero, su biografía, sus temores y esperanzas, sus sueños y anhelos. Queremos recuperar con un periscopio que emerge en el corazón del tiempo, las voces de aquellos viajeros. Sus puntos de vista. Tal vez, desde la pluralidad de caminos y caminantes que caben en nuestro planeta, seamos capaces de entender mejor por qué hombres y mujeres como nosotros responden de modos tan diversos a los desafíos que su época les pone ante sí. Y por qué nuestra gran comunidad humana tiene que pagar precios tan altos por ensanchar el espacio de la dignidad.

Propusimos el proyecto a los amigos de Ediciones Evohé y, una tarde de julio en el café Libertad 8 (¡cómo no!), antes de salir a celebrar con La Roja la victoria en el Mundial de Fútbol, acordamos acometerlo juntos.

Y ahí está ya, en ese instante asombroso de convertirse en realidad, de ver la luz. Gracias, amigos de El Periscopio y de Evohé. Es reconfortante ver que los sueños y la amistad son ajenos a la ley de la gravedad, y pueden hacernos elevarnos con ellos. Ójala muchos decidan ahora acompañarnos en ese viaje.

Si queréis conocer mejor El Periscopio:

http://elperiscopio.edicionesevohe.com/

Y, si queréis asistir a la pre-presentación en familia y comprobar lo maravillosamente que han quedado los dos primeros títulos:

http://www.hislibris.com/cervezas-y-libros-vii-biografias-literatura-e-historia-con-una-voz-diferente/

9 comentarios:

  1. ...reportando desde un lugar del Caribe...la corresponsal de El Periscopio en America Latina como recién acabo de ser rebautizada(..jajja..)les deseo todo el éxito del mundo!!!!!!!!!
    Emprendedores!!! Amigos de siempre!!! Siempre amigos!!!
    MG

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  2. ¡Gracias, Gabriela, es estupendo saber que siempre estás ahí, mandando tu cariño y tu apoyo! Se te echa de menos, amiga. Muchos besos.

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  3. Arturo:
    El lunes comenzaremos a viajar (sin maleta).

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  4. Me alegro de saber que estás sumergido en un proyecto tan ilusionante como es éste, Arturo.

    Os deseo mucha suerte y un éxito sin precedentes.

    Un saludo!

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  5. Gracias, Jesús y Pablo, nos interesará mucho conocer vuestras opiniones cuando tengáis ocasión de ver los libros.
    Un abrazo.

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  6. Estoy deseando verlos, por supuesto, y no sabes lo que he sentido no poderme quedar para asistir hoy al Caldito. Espero que alguien haga un buen reportaje. Y espero que el Periscopio se presente también en Valencia. Lo que no sabía es que el proyecto había surgido de una confluencia de dos grupos.
    En fin, deseo mucha suerte y una larga andadura al Periscopio. Un abrazo,

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  7. Te echamos de menos, Ario, pero quedamos emplazados para Valencia. Ya verás cómo te gusta la colección (por cierto, todas las sugerencias son bienvenidas).
    Gracias por los buenso deseos.
    Un abrazo.

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  8. Querido periscópico amigo: sonroja la verdad echar un vistazo a aquellos apasionados adolescentes de las tertulias de la calle Covarrubias y comprobar cuánto hemos hecho realidad de nuestros sueños. Qué afortunados somos. Más aún cuando nuestros sueños eran todos de la categoría "no razonables". Y míralos, todos alcanzados. "Thaumázein" es el verbo griego, de fuertes resonancias literarias que se me ocurre hoy para celebrar todo esto, especialmente nuestra penúltima navegación, la de El Periscopio. "Thaumázein", admiración y asombro. Al Aurans

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  9. Gracias, amigo Jaime. Hay que llegar a la conclusión de que la condición principal para que los sueños se hagan realidad es que sean, precisamente, no razonables.

    Qué hermosa palabra, "Thaumázein". Es, por sí sola, toda una declaracion de principios para situarse ante el mundo. "Thaumázein".

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