El lunes por la tarde presentamos en el Ateneo de Madrid mi nuevo libro Tras las huellas de Césaren Hispania (Almuzara, 2025). Me acompañaron en el estrado de la sala Ramón y Cajal, María Crespo, directora de Almuzara Universidad, y David Zurdo, escritor, guionista y presentador de radio. David, a quien conocía por haber tenido la fortuna de acudir en dos ocasiones a su programa El pasado ya no es lo que era en RNE, sabe que no hay mejor recurso que el humor para acercarse con naturalidad a las cosas, y estableció insuperablemente el tono de la sesión, tras la cálida bienvenida de María, con un vídeo en el que Julio César en persona—¡cosas de la IA!—nos saludaba desde la barra de la taberna Casa Julio y me encomendaba, con una cerveza en la mano, que cuidase de su reputación. Después, la conversación fluyó ya entre bromas y veras, con la sala llena de amigos, creando una atmósfera de desenfadado amor por la historia y la literatura. Me hizo muy feliz ver allí a tanta gente querida, empezando por mi madre, Esther, orgullosa de seguir al pie del cañón con sus 92 años, y continuando por Angela, compañera de muchas de las aventuras que relata el libro. Estaba también Sandra Azcárraga, codirectora del proyecto arqueológico Primitiva Complutum, al que he cedido los derechos de autor del libro.
Después continuamos la
sesión en ese espacio creado para el encuentro y la conversación que es La Cacharrería,
templo de tertulias desde hace siglo y medio, donde late como en ningún otro
sitio el corazón del Ateneo.
Gracias al Ateneo, a María y
David por sus magnífico apoyo, y a todos cuantos acudisteis por estar allí, por tomaros la molestia de
dedicar el final de un largo lunes laborable a la literatura y la amistad.
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