Por razones de identidad corporativa ahora se llama librería BDP (Boutique de la Prensa), pero para los que llevamos casi dos décadas comprando en ella sigue siendo la librería Internacional. Y en una época (y un país) en que las librerías son una especie en peligro de extinción (y si no que se lo digan a los asiduos de Crisol) es digno de celebrar que, en La Vaguada, la Internacional siga resistiendo contra viento y marea. En ella fue librero quien hoy es mi editor, Alberto Santos, y en ella continúan hoy Raúl y el resto del equipo, que no dejan de hacer hueco en los estantes y el escaparate a los autores noveles que intentan abrirse camino.Gracias por todo,
Arturo
