sábado, 13 de enero de 2024

LOS ETRUSCOS DE FELSINA (Museo Civico Archeologico de Bolonia)

 


De la visita al Museo Civico Archeologico de Bolonia nada me impresionó tanto como la espectacular colección etrusca, de cuando la ciudad se llamaba Felsina («tierra fértil»). En realidad, eso es lo que fue Bolonia durante la mayor parte de su historia, desde su fundación, allá por el siglo X a. C., durante la colonización etrusca del valle del Po, hasta su conquista por los celtas Boios en el siglo IV a. C. (fueron ellos quienes la bautizaron Bona, ciudad fortificada). Habría que esperar al 189 a. C. para el inicio de la andadura de la Bononia romana.

Es impresionante el amplísimo conjunto de piezas del siglo V a. C., marcadamente orientalizantes. Son bellísimas las estatuas votivas de bronce del Monte Acuto, en especial las que representan, respectivamente, a un hombre y una mujer en actitudes oferentes.  Y dejan sin palabras las innumerables urnas funerarias y estelas de piedra halladas en las numerosas necrópolis excavadas en los alrededores de la ciudad. Algunas son casi monumentales, con una minuciosa talla en ambos lados, que muestra complejos relatos en los que el príncipe fallecido es secuestrado por un demonio alado y llevado al más allá en un carro tirado por caballos igualmente alados. Hay escenas de celebración y de guerra, de navegación y de seres fantásticos, en un universo iconográfico que le trae al visitante el recuerdo del arte ibérico, también con enigmáticos rasgos orientalizantes. Y es inevitable establecer también paralelismos con las «piedras pintadas» escandinavas que me cautivaron en el Historiska Museet de Estocolmo. Muchas parecen primas hermanas, aunque las vikingas se tallaran más de un milenio después. 

Así es la manifestación del mundo espiritual y del genio artístico de los pueblos. Conecta los siglos y las geografías con un hilo humano de significado que sigue haciéndose inteligible para quien lo contempla hoy. Sobre todo si es en lugares tan sugerentes como el museo arqueológico de la antigua Felsina etrusca.


















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