Vistos los pronósticos meteorológicos, durante la pasada Semana Santa decidimos quedarnos en Madrid para experimentar esa deliciosa sensación de tener todo el centro para disfrutarlo sin aglomeraciones. Es un ambiente especial, como si se hubiese descubierto una dimensión paralela de la ciudad en la que todo tiene un rostro más tranquilo, más cordial, más de media mañana en un día laborable.
Aprovechamos para hacer la varias veces pospuesta visita al Museo del Romanticismo, en el número 13 de la calle San Mateo, en pleno barrio de Chueca. El Museo, ubicado en un palacio de finales del XVIII e inaugurado en 1924, fue fundado por uno de esos próceres de las artes que abundaron a principios del siglo pasado en España: Benigno de la Vega-Inclán, Marqués del mismo nombre. El Ministerio de Cultura ha llevado a cabo recientemente una magnífica y costosa restauración que ha hecho del Museo una visita muy recomendable. En particular, resultará especialmente interesante para quien quiera desentrañar ese complejo y dramático proceso histórico que es nuestro siglo XIX.
Junto a las colecciones del Museo, merece la pena la visita a la tienda, y pasar un rato de lectura en el jardín, uno de esos rincones deliciosos en el centro de Madrid, como los del Museo Sorolla o de la Casa Museo de Lope de Vega, en los que extraviarse durante los paseos por la ciudad.
Un aliciente adicional de la visita fue la conversación que mantuvimos con Antonio, uno de los miembros del personal del Museo. Antonio nos desveló muchas claves de la compleja personalidad de aquel tiempo, y nos dio un dato muy revelador del actual. El Museo del Romanticismo recibe actualmente una media de 21 visitantes diarios. ¡21 visitantes diarios! Nos quedamos pasmados. ¿Cómo es posible que las grandes exposiciones de referencia en Madrid convoquen a multitudes capaces de soportar largas colas, y un museo como el Romántico reciba 21 visitantes diarios? Imagino que tiene que ver con nuestro sentimiento gregario, y con el valor de los eventos artísticos más publicitados como una especial de best seller cultural del que todo el mundo parece querer participar.
Nos sentimos avergonzados. A la salida, caminando hacia Gran Vía, me prometí poner mi granito de arena para dar a conocer este Museo estupendo. A ver si al menos conseguimos elevar la media diaria de visitantes hasta 22.
Para más información:
http://museoromanticismo.mcu.es/informacion.html
Pues haces muy bien en poner tu granito de arena. Ahí va el mío. hace meses -no muchos- visité por primera vez este delicioso museo,que, tras un tiempo de reformas y restauraciones, se abría al público de nuevo. Y me pareció encantador, y muy tranquilo. La verdad es que me encanta que haya sitios así, donde puedas ver el museo sin las masas empujando y haciendo comentarios o el guía explicando lo que quieres y lo que no quieres oír. Y ya que estamos,otro museo parecido a éste aunque más grande, claro, es el Alcalá Galiano, que tampoco es de masas y es precioso.
ResponderEliminarLo verdaderamente encantador del museo es el reflejo intimidad decimonónica de un hogar de la alta burguesía, los viejos y valiosos artefactos que decoran las habitaciones junto a las obras de arte. Sientes que el mismo espacio del museo es en sí un personaje, un héroe byroniano. Y como tal, tiene ese aire sofisticado e introspectivo, que lo diferencia de los museos más mediáticos y pudientes.
ResponderEliminarHabrá que salvarlo de su exilio romántico sin que pierda su esencia más autentica.
Un abrazo,
Asdrúbal.
Gracias, Ariodante y Asdrúbal, se ve que sois buenos conocedores del museo y de su particular atmósfera. Un héroe byroniano. Exactamente. Tres granitos de arena son ya casi un puñado.
ResponderEliminarGracias a todos por vuestros comentarios y el entusiasmo que mostráis hacia el Museo. Y gracias Arturo por ese granito de arena, pero creo que has sido mal informado. No somos un Museo de grandes masas, pero decididamente superamos la cifra de 21 visitantes diarios.
ResponderEliminarCon todo ello estaremos encantados de repitáis la visita y de que sigáis recomendándola.
Departamento de Difusión
Museo del Romanticismo
Gracias por visitar el blog y enhorabuena por vuestro magnífico Museo. Sin duda entendí mal el número de visitantes, de lo cual me alegro enormemente. Con todo, ójala consigamos entre todos que sea aún mejor conocido.
ResponderEliminarÁnimo y mucho éxito.
Saludos.
Lo visité hace cuatro o cinco años y me gustó mucho. Lástima que no tenga la promoción que merece. Un abrazo, arturo.
ResponderEliminarUn abrazo, Isabel.
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