Julio Castelló, amigo y poeta imprescindible, y asiduo visitante de este blog, ha publicado recientemente en el suyo una nota sobre El heredero de Tartessos. La reproduzco a continuación porque incluye algunas claves sólo accesibles a quien me conoce (y quiere) bien. Y, de paso, os invito a todos a que visitéis con regularidad el blog de Julio. Disfrutaréis de magníficos poemas y fotografías, de sus siempre útiles sugerencias, y os mantendréis al corriente de muchas cosas interesantes que se anuncian en el mundillo cultural de Madrid. Gracias por todo ello, Julio.
http://juliocastello.blogspot.com/
Arturo Gonzalo Aizpiri: El heredero de Tartessos
A Arturo Gonzalo Aizpiri se le notan entre líneas su bautismo literario en fanzines como Blagdaross, allá por los 80, y su primer precoz amor por la literatura de género: terror, ciencia ficción, fantasía... Y se le notan para bien. Si Tolkien hubiera escrito hoy narrativa histórica, se parecería a El heredero de Tartessos.
Arturo no podría haber dado a luz otra novela que esta, cuajada de orígenes y pasión por la tierra, de épica aventura, de humana nobleza, de emociones puras... de esas que encogen el corazón a pesar de que lo dilatan, o precisamente por eso, y ponen el estómago a temblar al borde de los párpados (y yo no soy de lágrima particularmente fácil; solo lloro, por inerme desazón, en los telediarios).
A Arturo se le nota también la herencia consanguínea de los clásicos, de la épica homérica que su padre aún recita en griego, y del sobrio páramo castellano machadiano, muy del 98 y muy del 2010, que lo ha habitado y lo habita. Su estilo sólido y puntilloso como un bloque de granito o un roble centenario posee la virtud, de que solo hacen gala las grandes obras, de satisfacer el paladar recién estrenado del adolescente y el refinado y exigente del avezado lector, siempre que se ame la palabra y se esté dispuesto a disfrutar, como lo haría un celtíbero, "con una buena historia". O aun mejor si, como esta, es excelente.
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