Los lectores de la Trilogía de Aníbal saben que su escritura fue una maravillosa labor que me ocupó durante más de una década y que me hizo visitar un gran número de museos y yacimientos arqueológicos y hablar con guías, expertos y otros visitantes y curiosos como yo mismo. De todo ello fui dando cuenta en este blog y en la página de la trilogía en Facebook. En paralelo, y sobre todo durante los confinamientos de la pandemia, encontré un especial solaz en reproducir en minuciosos dibujos a tinta china piezas y enclaves arqueológicos relacionados con mis peripecias. Debo admitir que todo ello representó un placer no menor que la propia escritura de las novelas.
Y ahora, cerrando un círculo que se inició en 2009 con la publicación de El heredero de Tartessos, he reunido todos esos materiales, dibujos incluidos, en un libro que lleva por título Tras las huellas de Aníbal y que Manuel Pimentel, hombre admirable por muchos motivos, ha tenido la amabilidad de acoger en la colección de Historia de Almuzara. Sale a la venta la semana que viene, el 23 de septiembre, y los derechos de autor serán donados íntegramente a la asociación de Amigos del Museo Arqueológico Nacional, de cuya encomiable labor soy testigo y beneficiario como socio desde hace muchos años.
Os avisaré de los actos de presentación que organicemos. Si os animáis a comprarlo, espero que lo disfrutéis y que conversemos sobre vuestras impresiones.
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