En el Museo Arqueológico Nacional me llama la atención un
conjunto de cuatro grandes monedas cartaginesas de plata representando
respectivamente dos bustos masculinos, uno femenino y un caballo. La leyenda
sugiere: «Es posible que estas cabezas sean retratos disimulados de los
generales cartagineses Amílcar y Aníbal Barca, retratados con atributos
divinos».
Ambos tienen rasgos muy similares, dando la razón a Tito Livio, quien subrayó el parecido físico entre ambos como una de las razones que facilitaron el apoyo del ejército cartaginés a Aníbal tras la muerte de su cuñado Asdrúbal. Amílcar muestra signos de más edad y tiene barba, contrariamente a su hijo quien, en cambio, luce unas características largas patillas. Ambos tienen la cabeza ceñida por una corona de laurel y llevan al hombro la clava de su dios protector, Hércules o Melqart. El metal nos dice poco más; echándole un poco de imaginación puede intuirse la boca firme y la mirada lanzada al horizonte.
Y la mirada lanzada al horizonte... Qué belleza!!
ResponderEliminar