No consigo terminar de hacerme a la idea de que realmente exista un lugar como este. Si tuviera que señalar el rincón del mundo cuya desaparición me causaría un vacío más irreparable, creo que sería el Foro Romano. En este conjunto desordenado de la huella de los siglos sidos se resume mucho de lo que nos hace los hombres y mujeres que somos. Esta proporción, este sentido del escenario humano, este espacio para el contacto y la convivencia, para la expresión de la palabra y el ejercicio de la libertad, para la formulación de las leyes y la defensa de su observancia. Como casi siempre, todo ello derivó en el abuso, la arbitrariedad y el crimen, pero rehuso quedarme con eso. El Hombre merece la pena cuando intenta ser más grande con los otros que estando solo. En eso pienso de pie junto al arco de Septimio Severo, contemplando el Foro extendiéndose hasta el arco de Tito al atardecer. Es algo sobrecogedor.
Preciosa reseña... un abrazo muy fuerte.
ResponderEliminarGran Entrada. No puedo estar más de acuerdo. Me recuerda a un poema escrito justo tras una vista al foro: Motivos para un grabado.
ResponderEliminarLlegas a Roma en taxi
Después de tantos años
Y llama tu atención
Mientras cruzas el foro
La mirada profunda
De los arcos vacíos.
Si una imagen quisieras
Buscar de cómo el tiempo
Transcurre sin descanso,
Tal vez sin sentido,
Sin duda esa sería:
Arcos que dan a un cielo
Ajeno, inalcanzable,
Arcos que se han tornado
En puertas imposibles
Que cruzan los deseos
Volviéndose recuerdos,
Arcos que van drenando el
Presente, sumideros,
Arcos por los que escapa
El tiempo, sin retorno, no asidero,
Y tú con él.
Un fuerte abrazo